El pleno desarrollo del ser humano requiere ciertas condiciones. Si estas condiciones se cumplen, si en vez de calor tiene frialdad, si en vez de libertad tiene coacción, si en vez de respeto recibe sadismo, el niño no morirá pero se volverá un árbol torcido.
Erich Fromm
Todo ser humano quiere vivir y lograr el máximo de felicidad y placer en su vida. Nadie quiere se desgracido y, por este motivo, podríamos pensar que el hecho de que muchas personas sufran más que la mayoría -aunque no hayan padecido sucesos vitales traumáticos, ni enfermedades terribles o desgracias que lo puedan explicar- puede ser debido a que buscan su salvación por un camino equivocado.
Erich Fromm compara el desarrollo desviado con el crecimiento de un árbol de jardín que se ha colocado entre dos muros y recibe poco sol. Poco a poco, este arbolito se irá deformando buscando la luz del sol que necesita para crecer. De forma parecida, si las necesidades básicas de un niño no son cubiertas, éste buscará la forma de satisfacerlas aunque conseguirlo suponga torcerse. Esta deformación será el resultado de la solución desadaptativa que va dando a los problemas de su vida. Nietzsche afirmó con contundencia: "Hay quien da en el clavo, pero no en la cabeza del clavo, y deja el problema irremediablemente torcido. Mejor habría sido que no le hubiera dado".
El doctor Folch, afirma lo siguiente:
-No fuimos lo bastante sabios. La sabiduría es conocimiento en el seno de una escala de valores. Desplazados los valores por ambiciones y dogmas, la sabiduría se nos fue de los dedos cual puñado de agua incomprendida...
La felicidad no se alcanza en un estado semejante. Y no siendo felices no logramos ser buenos.
Para recuperar la sabiduría es preciso recuperar los valores.
Valores para ser felices y felicidad para ser buenos. ¡Vayamos en busca de la luz!
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