sábado, 30 de junio de 2012

LA NECESIDAD DE CONTROL




Existen personas con cualidades muy diferentes. Hoy me gustaría centrarme en el caso de aquellas personas que tienen una clara necesidad de control, es decir, necesitan seguridad para poder sentirse bien, de lo contrario, experimentan ansiedad, nervios y miedo. Las personas con necesidad de control temen arriesgarse, sin embargo, es importante tener la mente abierta y estar receptivo a nuevas experiencias y sensaciones.


La necesidad de control se consigue romper a largo plazo si aprendes a apostar por el cambio. Puedes hacerlo a través de fórmulas muy sencillas. Por ejemplo, queda con un amigo para pasar la tarde y deja que sea él quien decida el plan: quien diga qué película de cine quiere ver, en qué lugar le apetece tomar un café, por dónde quiere dar un paseo… Se trata de que te relajes y aprendas a confiar en los demás. Pero también se trata de que más allá de que no te guste el plan que el otro te propone, lo aceptes sin hacer ningún tipo de comentario negativo.


Cada día, aprovecha la rutina diaria para hacer cambios. Por ejemplo, no vuelvas siempre a casa por el mismo camino, atrévete a hacer una ruta diferente. Del mismo modo, busca la oportunidad de moverte en nuevos ambientes, por ejemplo, apúntate a un curso de una temática distinta. En ese caso, tendrás que relacionarte con gente nueva y verás que aunque al principio puede que hagas nervios, después te sientes muy bien.


De eso se trata, de entender que no merece la pena que te dejes llevar por el malestar inicial que te produce perder el control, porque después te sientes muy bien, una vez que has superado el reto. Pero además, nunca evolucionarás si no te permites ser más flexible y no te abres al cambio, simplemente, porque la vida es una transformación constante.

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