Vivir el presente es una norma básica de la plenitud vital. Sin embargo, cada ser humano se enfrenta a varios enemigos a la hora de poder conectar con el poder del ahora. ¿Qué obstáculos limitan tu capacidad de sentir este instante?
En primer lugar, la prisa. La prisa es una tendencia tan profunda de la sociedad actual, que todos la hemos interiorizado de una o de otra forma. De hecho, en el plano laboral, la prisa está vinculada con la eficacia de una persona. Pero en cambio, para vivir en plenitud es indispensable olvidar el reloj, dejar de estar pendiente del minutero para dar valor a lo verdaderamente importante: tú mismo.
Por otra parte, también existe otro gran enemigo que te impide desarrollar la capacidad de disfrutar del presente: la carencia. Es decir, en la vida, existen dos opciones: aprender a vivir valorando aquello que ya tienes, o por el contrario, vivir conectado a la sensación de vacío, de carencia y de que te falta algo. Quien vive estancado en el poder del vacío, siente tristeza, pérdida y sensación de que nada es suficiente.
El miedo también te paraliza y te impide vivir al máximo cada minuto de tu vida. El miedo tiene diferentes grados pero puede darse en forma de pánico, en ese caso, te paraliza y te pone a la defensiva. ¿Cómo reducir el miedo? Conectando con el ahora. Dejando de pensar en aquello que puede pasar mañana. Nadie lo sabe.
Para finalizar, existe otro gran enemigo: el dolor del alma. Ese dolor que surge por la pérdida de un ser querido, por la decepción de un amigo o por un desamor que deja muchas cicatrices dentro de ti. Te roba tanta energía vital que te cuesta mucho encontrar un sentido real al presente. ¿Qué tienes que hacer con estos cuatro obstáculos? Afrontarlos con tu valentía y con tu fuerza.
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