La forma de nuestro rostro tiene una estrecha relación con nuestra personalidad, al igual que la nariz o los ojos. Conocer dicha relación nos puede ayudar a saber más sobre nosotros mismos y a tener pistas sobre la personalidad de quienes nos rodean.
Quienes tienen el rostro alargado son personas con confianza en sí mismas, que luchan por hacer realidad sus sueños. Un rostro ancho, con frente amplia, indica que son personas sensibles y de mente abierta. Son responsables, cordiales y tienen dotes de mando. Las personas con rostros redondos son joviales, optimistas, con iniciativa y gran capacidad de adaptación a los cambios.
El rostro ovalado indica que la persona que lo posee es idealista, dotada de gran imaginación y delicadeza, especialmente con respecto a sus gustos estéticos.
Son sutiles, independientes y tienen una gran capacidad de concentración. Los rostros triangulares pertenecen a aquellos dotados de gran intuición y agudeza mental, habitualmente con gran poder de seducción.
El rostro en forma de diamante nos indica que la persona tiene gran imaginación e intuición y suele tener grandes dotes intelectuales.
Las personas con ojos pequeños son introvertidas, habituadas a explorar su mundo interior. Quienes poseen ojos grandes son perseverantes. La mirada inquieta, que difícilmente se detiene en un punto nos informa de una persona impaciente y que difícilmente se relaja.
La nariz es, sin duda, uno de los rasgos más distintivos del rostro. Si es grande, indica originalidad, fuerza y gran energía en la persona, si es pequeña, suele pertenecer a personas que se dejan influir fácilmente. Si es respingona, denota meticulosidad en el trabajo, inseguridad y dificultad en relacionarse con los demás. La nariz aguileña indica que somos obstinados e impulsivos, con gran tendencia al egocentrismo. Si tenemos una nariz recta, indica que tenemos facilidad para generar confianza en los demás y que confiamos en nosotros mismos
Quienes tienen el rostro alargado son personas con confianza en sí mismas, que luchan por hacer realidad sus sueños. Un rostro ancho, con frente amplia, indica que son personas sensibles y de mente abierta. Son responsables, cordiales y tienen dotes de mando. Las personas con rostros redondos son joviales, optimistas, con iniciativa y gran capacidad de adaptación a los cambios.
El rostro ovalado indica que la persona que lo posee es idealista, dotada de gran imaginación y delicadeza, especialmente con respecto a sus gustos estéticos.
Son sutiles, independientes y tienen una gran capacidad de concentración. Los rostros triangulares pertenecen a aquellos dotados de gran intuición y agudeza mental, habitualmente con gran poder de seducción.
El rostro en forma de diamante nos indica que la persona tiene gran imaginación e intuición y suele tener grandes dotes intelectuales.
Las personas con ojos pequeños son introvertidas, habituadas a explorar su mundo interior. Quienes poseen ojos grandes son perseverantes. La mirada inquieta, que difícilmente se detiene en un punto nos informa de una persona impaciente y que difícilmente se relaja.
La nariz es, sin duda, uno de los rasgos más distintivos del rostro. Si es grande, indica originalidad, fuerza y gran energía en la persona, si es pequeña, suele pertenecer a personas que se dejan influir fácilmente. Si es respingona, denota meticulosidad en el trabajo, inseguridad y dificultad en relacionarse con los demás. La nariz aguileña indica que somos obstinados e impulsivos, con gran tendencia al egocentrismo. Si tenemos una nariz recta, indica que tenemos facilidad para generar confianza en los demás y que confiamos en nosotros mismos
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