jueves, 28 de junio de 2012

CARTA A MI HIJO




Si eres capaz de ver derrumbada la obra de tu vida,

y sin quejarte comenzar a construirla de nuevo;

perder de un solo golpe la ganancia de mil partidas sin un gesto ni un suspiro;

si puedes ser amante sin que el amor te enloquezca;

si puedes ser fuerte sin dejar de ser tierno y sintiéndote odiado no odiar a tu vez,

sin dejar de luchar ni defenderte;

si puedes contenerte al reconocer tus palabras tergiversadas para sacarte de quicio,

y oír sus mezquinas lenguas hablar sobre ti sus mentiras, sin sentir tu mismo ni una sola palabra;

si puedes mantenerte digno sin dejar de ser altivo;

si puedes se consejero de reyes sin dejar de ser pueblo y si puedes querer a todos tus amigos como hermanos,

sin que ninguno de ellos sea para ti el todo; si puedes meditar, observar y conocer,

sin volverte escéptico y derrotista; soñar, pero que tu sueño no se convierta en tu amo;

pensar, sin ser nada más que un pensador; si sabes ser bueno,

si sabes ser sensato sin convertirte en moralista ni pedante,

si puedes hallar el triunfo después de la derrota;

si puedes conservar tu coraje y tu cabeza cuando todos la pierden.

Entonces...los dioses, los reyes,

la suerte y la victoria serán para siempre tus más humildes esclavos,

y lo que vale mucho más que reyes y glorias…

SERÁS UN HOMBRE HIJO MÍO.

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