Si eres capaz de ver derrumbada la obra de tu vida,
y sin quejarte comenzar a construirla de nuevo;
perder de un solo golpe la ganancia de mil partidas sin un gesto ni un suspiro;
si puedes ser amante sin que el amor te enloquezca;
si puedes ser fuerte sin dejar de ser tierno y sintiéndote odiado no odiar a tu vez,
sin dejar de luchar ni defenderte;
si puedes contenerte al reconocer tus palabras tergiversadas para sacarte de quicio,
y oír sus mezquinas lenguas hablar sobre ti sus mentiras, sin sentir tu mismo ni una sola palabra;
si puedes mantenerte digno sin dejar de ser altivo;
si puedes se consejero de reyes sin dejar de ser pueblo y si puedes querer a todos tus amigos como hermanos,
sin que ninguno de ellos sea para ti el todo; si puedes meditar, observar y conocer,
sin volverte escéptico y derrotista; soñar, pero que tu sueño no se convierta en tu amo;
pensar, sin ser nada más que un pensador; si sabes ser bueno,
si sabes ser sensato sin convertirte en moralista ni pedante,
si puedes hallar el triunfo después de la derrota;
si puedes conservar tu coraje y tu cabeza cuando todos la pierden.
Entonces...los dioses, los reyes,
la suerte y la victoria serán para siempre tus más humildes esclavos,
y lo que vale mucho más que reyes y glorias
SERÁS UN HOMBRE HIJO MÍO.
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