Cuando tenemos éxito, somos felices o simplemente nos sentimos bien con nosotros mismos, no todo el mundo se alegra por nosotros ni comparte nuestra felicidad e incluso hay quienes se sienten molestos y tristes con ella, debido a la envidia que sienten hacia nosotros o nuestras circunstancias. Dado que estas personas nos pueden llegar a hacer daño e incluso hacernos sentir culpables por lo que hemos logrado, es aconsejable saber cómo tratar con ellas:
- Si podemos, lo mejor es alejarnos de las personas envidiosas y quedarnos con aquellas que realmente se alegran por nosotros. Esto no siempre es posible, ya que la envidia se da entre familiares, parejas y muy especialmente entre compañeros de trabajo, pero sí debemos intentar mantener la mayor distancia posible.
- Si no podemos alejarnos, es importante que aprendamos a ignorar los comentarios sarcásticos y sus actitudes pasivo-agresivas. Si no les rebatimos ni entramos en su juego, poco a poco dejarán de hacerlos y sus ataques irán disminuyendo. Es importante no dar credibilidad a sus mensajes y estar atentos a su conducta, para evitar caer en ella.
- Si no quieres perder la relación con esa persona, es aconsejable que hables con él o ella, expresando de forma honesta lo que sientes en relación a cómo actúa o habla. Es importante que lo hagas de forma cuidadosa, teniendo en cuenta los sentimientos del otro e intentando no hacerle daño. No se trata de ser vengativos ni agresivos, ya que en ocasiones la persona no es consciente de su comportamiento o no considera el impacto que éste tiene en nosotros.
- Si no es posible un acercamiento, lo mejor es cortar la relación con esa persona, porque, a la larga, puede limitarte para desarrollar todo tu potencial y capacidades.
- Si podemos, lo mejor es alejarnos de las personas envidiosas y quedarnos con aquellas que realmente se alegran por nosotros. Esto no siempre es posible, ya que la envidia se da entre familiares, parejas y muy especialmente entre compañeros de trabajo, pero sí debemos intentar mantener la mayor distancia posible.
- Si no podemos alejarnos, es importante que aprendamos a ignorar los comentarios sarcásticos y sus actitudes pasivo-agresivas. Si no les rebatimos ni entramos en su juego, poco a poco dejarán de hacerlos y sus ataques irán disminuyendo. Es importante no dar credibilidad a sus mensajes y estar atentos a su conducta, para evitar caer en ella.
- Si no quieres perder la relación con esa persona, es aconsejable que hables con él o ella, expresando de forma honesta lo que sientes en relación a cómo actúa o habla. Es importante que lo hagas de forma cuidadosa, teniendo en cuenta los sentimientos del otro e intentando no hacerle daño. No se trata de ser vengativos ni agresivos, ya que en ocasiones la persona no es consciente de su comportamiento o no considera el impacto que éste tiene en nosotros.
- Si no es posible un acercamiento, lo mejor es cortar la relación con esa persona, porque, a la larga, puede limitarte para desarrollar todo tu potencial y capacidades.
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