¿En qué se conoce que el fruto esta maduro?
En esto: que abandona la rama.
André Gide
El resto es ser capaces de desprendernos y no aferrarnos a los objetos, a las posesiones o a las personas. Tan sólo los gozamos provisionalmente. Todo lo que se "tiene" puede dejar de tenerse, nos lo pueden quitar, puede perderse o desaparecer.
No todo lo que somos o ya hemos vivido siempre formará parte de nosotros.
Esa actitud de los padres promueve en los hijos el aprendizaje de los valores de la provisionalidad, del desapego, de la generosidad y del fluir con la vida. En ningún caso es el aprendizaje de la resignación. No es dejar de luchar para obtener lo que queremos. Significa aprender a situarnos en el punto de partida del principio de la realidad: "Lo que es, es". Y, a partir de dicha realidad, construimos nuestros sueños, proyectos e ilusiones sin olvidar que no podemos controlarlo todo, que a veces se hundirán y que , a pesar de esto, podemos levantarlos otra vez y volver a empezar.
El discípulo: Vengo a ti con nada en las manos.
El maestro: Entonces, suéltalo enseguida.
El discípulo: Pero ¿Cómo voy a soltarlo si es nada?
El maestro: Entonces llévatelo contigo. De " tu nada" puedes hacer una autentica posesión.
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