A veces, el ser humano tiene tal deseo de controlarlo todo en una sociedad tecnológica al extremo que pierde de vista que más allá del avance científico existen planos de la realidad abiertos al azar, a la suerte y que, en definitiva, no dependen de la voluntad. ¿Qué es la voluntad? Una capacidad puramente humana que remite al querer. Es decir, a la elección de un acto determinado entre una variedad más amplia de posibilidades. La voluntad necesita del conocimiento para deliberar yreflexionar qué es lo adecuado y lo correcto. En definitva, qué es lo mejor.
Pero no todo depende de tu voluntad. Por ello, para aprender a vivir mejor debes trabajar más por aquellas metas que sí están a tu alcance y dejar de obsesionarte por temas que escapan a tu control de una forma directa. Aquí tienes un ejemplo de metas que puedes cumplir y que te ayudarán a ser más feliz: apuesta por el pensamiento positivo y corrige tu actitud cuando sea necesario, aprende a querer más y mejor a aquellos que te rodean, exterioriza tus sentimientos y aprende a decir te quiero, déjate conocer por aquellos que te rodean, céntrate en la acción y menos en el pensamiento…
Por el contrario, existen otras situaciones que no dependen de ti: el rechazo de la persona que te gusta, una situación larga de desempleo, la enfermedad de un ser querido, la muerte, la decepción de un buen amigo al que aprecias… Existen muchas cuestiones abiertas al azar y a la suerte más allá de que a veces, nos gustaría poder controlar cada paso que damos para vivir con cierta seguridad interior.
La incertidumbre es inherente a la propia vida y el futuro un libro en blanco cuyas páginas están por escribir y por descubrir. Emprende esta aventura con optimismo, energía, fuerza y vitalidad.
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