Cuando nos comunicamos con otras personas no utilizamos solamente la palabra. Existen numerosos gestos, posturas, movimientos que envían información. Las manos, en una conversación, tienen un lenguaje propio: las colocamos con las palmas hacia arriba, las cerramos, las movemos apasionadamente… Las manos dicen muchas cosas que no dicen las palabras. Hasta cuando damos
la mano a un conocido o a una persona que nos presentan, ya estamos diciendo cómo somos o cómo queremos ser. Hoy os presentamos algunas claves para interpretar su lenguaje. Seguro que os sirven para mejorar la comunicación con las personas que os rodean.
Gestos que hablan
Sin darnos cuenta, acompañamos nuestras palabras con movimientos de las manos. Fíjate en la "traducción" que hacen los expertos de estas posiciones:
1.- Tocar el ojo o la oreja: desconfianza
2.- Señalar con el dedo índice: agresividad
3.- Tocar el reloj, el puño de la camisa: nerviosismo
4.- Cruzar los dedos uniendo las dos manos: gesto negativo
5.- Apoyar la cara en la palma de la mano: aburrimiento
6.- Palmas hacia arriba: honestidad
7.- Frotarse las manos: gesto positivo
8.- Dedos en la boca: inseguridad
9.- Mano en la frente: olvido
Observa cómo mueven las manos las personas (especialmente los políticos y los presentadores de televisión) y comprueba si las interpretaciones son correctas. Intenta utilizar, sin forzarlos demasiado, alguno de estos gestos en tu lenguaje habitual.
Dame la mano
¿Te has parado a pensar cómo das la mano? Con mucha o poca fuerza, con firmeza o como quien da un estropajo mojado… Darla con confianza y seguridad dirá mucho a la persona que saludas.
Fíjate en las diferentes formas de saludar:
1.- Las dos manos unidas verticalmente significa que las dos personas se muestra afecto.
2.- Si una persona da la mano horizontalmente con la palma hacia abajo, indica que quiere tomar el mando de la situación.
3.- Dar la mano con muchísima fuerza revela una falta de educación.
4.- Darla sin fuerza, como si se tratara de un trapo, es un gesto que causa rechazo.
5.- Dar la mano con el brazo rígido (o sólo con las puntas de los dedos) es señal de querer guardar las distancias.
6.- Sujetar con la otra mano la muñeca, el brazo o el hombro significa un alto grado de confianza.
Es hora de poner en práctica todo lo que has aprendido. Puedes preparar, con tus compañeros, una exposición oral acompañada de gestos, un concurso de saludos… No te olvides de "fotografiar" a partir de ahora los gestos que te llamen la atención y de cuidar todos los que tú hagas. Recuerda:
¡TUS MANOS HABLAN!
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