Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; el otro, alas.
Holding Carter
Palabra y sensatez
Un hombre que estaba en su lecho de muerte mandó llamar a su hijo.
-No tengo nada para dejarte, pero sí te digo que tengas siempre presente en tu vida estos dos vocablos: palabra y sensatez. En cuanto a la palabra, si prometes amor para toda la vida deberás cumplirlo cueste lo que te cueste.
El hijo reflexionó un momento y preguntó a su padre:
- ¿Y la sensatez?
Su padre le respondió sin vacilar:
- La sensatez consiste en no hacer nunca una pregunta tan estúpida.
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