lunes, 14 de octubre de 2013

EL PUNTO DE PARTIDA




Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros.
Cicerón

En el inicio es la relación. Naces y allí está el otro, tu madre, tu padre. la partera, alguien está allí, alguien que te mira, alguien que te recibe, que te sonríe o te mira con tosquedad. Alguien está allí. Tu vida es ante alguien, o con alguien, o contra alguien, o por alguien, o para alguien, o sin alguien. Eres tú y el otro. Yo y tú.

Jaime Barylko

Nuestro punto de partida. Nuestra familia de origen no depende de nuestra libre elección. No podemos decidir quiénes y cómo serán nuestros padres, si nos van a amar, a acoger, a rechazar o a ignorar. Tampoco el entorno material, cultural y social donde creceremos.
Padres: no elegís cómo van a ser vuestros hijos pero sois su punto de partida.
Hijos: no elegís a vuestros padres, pero son vuestro punto de partida.
En cualquier caso, sólo es eso: un inicio. A partir de ahí, será nuestra responsabilidad dar sentido y contenido a nuestra vida, elegir los caminos que andamos, cómo los andamos y con quién.
Un punto de partida condiciona -y a veces de forma considerable- pero no determina, forzosamente, el futuro de nadie.

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