jueves, 30 de enero de 2014

AMOR POR ELECCION



Me he preguntado a mí mismo muchas veces, ¿yo amo a mis padres porque soy hijo suyo o más bien soy hijo suyo porque los amo? ¿ y mis padres, me amaron porque yo era hijo suyo o se hicieron mis padres porque me amaron?

José Luis Descalzo

El amor no viene de la nada, aunque así no lo han querido hacer creer. El amor se siembra y debe cuidarse a diario. No es fruto de una casualidad sino de un trabajo de actualización constante de nuestra capacidad de amar. Proponemos pasar del sustantivo " amor" al verbo a "amar". Porque el hecho es que podemos elegir amar bien a nuestros hijos y a nuestros padres, Esta elección deberá plasmarse en actos concretos en nuestra  convivencia, que alimentarán nuestra historia compartida.

Nuestro amor hacia los padres dependerá de si nos han dado alas o no las han cortado hasta convertirlas en muñones inútiles para volar; si han alimentado nuestro instinto de vida, o bien han nutrido nuestro instinto de muerte; si han favorecido nuestro crecimiento y creatividad o nuestro repliegue, nuestra destructividad y narcisismo.

Los hijos podemos  elegir amarlos o tan sólo respetarlos. También podemos elegir separarnos de ellos si llega el momento en que peligra nuestra existencia. No todos los padres son buenos padres como tampoco todos los hijos son buenos hijos.
Nos hacemos padres al bien-amar a los hijos. Nos hacemos hijos de nuestros padres cuando les amamos bien.

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