martes, 31 de julio de 2012

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD




Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia,

yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento exacto.

Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre...

Auto-estima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es...

Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento.

Hoy sé que eso se llama...

Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada... inclusive yo mismo.

Hoy sé que el nombre de eso es...

Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable ... Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio, mi razón llamó esa actitud egoísmo.

Hoy sé que se llama...

Amor Propio. 

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los Mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.

Hoy sé, que eso es...

Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso,
erré mucho menos veces.

Hoy descubrí la...

Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme con el Futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece.

Hoy vivo un día a la vez.

Y eso se llama...

Plenitud.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.

Pero cuando yo la coloco al servicio de mí corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.

Todo eso es....

UN HOMBRE, SU CABALLO Y SU PERRO


Un hombre, su caballo y su perro andaban por una calle. Después de mucho caminar, el hombre se dio cuenta de que los tres habían muerto en un accidente.

Hay veces que lleva un tiempo para que los muertos se den cuenta de su nueva condición. La caminata era muy larga, cuesta arriba, el sol era fuerte y los tres estaban empapados en sudor y con mucha sed. Precisaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron un portón magnífico, todo de mármol, que conducía a una plaza calzada con bloques de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde brotaba agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que desde una garita cuidaba de la entrada.

-Buen día -dijo el caminante-.

-Buen día -respondió el hombre-.

-¿Qué lugar es este, tan lindo? -preguntó el caminante-.

-Esto es el cielo -fue la respuesta-.

-¡Qué bien que hemos llegado al cielo!, tenemos con mucha sed –dijo el caminante-.

-Usted puede entrar a beber agua a voluntad -dijo el guardián, indicándole la fuente-.

-Mi caballo y mi perro también tienen sed.

-Lo lamento mucho -le dijo el guarda-. Aquí no se permite la entrada de animales.

El hombre se sintió muy decepcionado porque su sed era grande. Mas él no bebería, dejando a sus amigos con sed. De esta manera, prosiguió su camino. Después de mucho caminar cuesta arriba, con la sed y el cansancio multiplicados, llegaron a un sitio, cuya entrada estaba marcada por un portón viejo semiabierto. El portón daba a un camino de tierra, con árboles de ambos lados que le hacían sombra. A la sombra de uno de los árboles, un hombre estaba recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero, parecía que dormía.

-Buen día -dijo el caminante-.

-Buen día -respondió el hombre-.

-Estamos con mucha sed, yo, mi caballo y mi perro.

- Hay una fuente en aquellas piedras -dijo el hombre indicando el lugar-. Pueden beber a voluntad.

El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed.

-Muchas gracias -dijo el caminante al salir-.

-Vuelvan cuando quieran -respondió el hombre-.

-A propósito -dijo el caminante-, ¿cuál es el nombre de este lugar?

-Cielo -respondió el hombre-.

-¿Cielo? ¡Pero si el guardián del portón de mármol me dijo que allí era el cielo!

-Aquello no es el cielo, aquello es el infierno.

-Entonces -dijo el caminante-, esa información falsa debe causar grandes confusiones.

-De ninguna manera -respondió el hombre-. En verdad ellos nos hacen un gran favor, porque allí quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.

"UNA PERSONA EQUILIBRADA ES AQUELLA QUE ACTÚA CON EL CORAZÓN Y LA MENTE AL UNÍSONO"


"Si la mente y el corazón no se comunican con claridad entre sí, uno dominará al otro. Cuando nos dirige la mente sufrimos emocionalmente porque convertimos en enemiga la información emocional; queremos dominar todas las situaciones y relaciones, y mantener la autoridad sobre las emociones. Si nos dirige el corazón, tendemos a mantener la ilusión de que todo marcha bien. Dirija la mente o el corazón, la voluntad no estará motivada por la sensación de seguridad interior, sino por el miedo y el inútil objetivo de controlar.

Dado que el centro de la voluntad está situado entre las energías del corazón y de la mente, necesitamos aprender a equilibrar nuestras reacciones a sus impulsos. La única manera de abrirnos paso a través de este obstáculo es tomar decisiones en las que intervenga el poder unido de la mente y el corazón"

Caroline Myss (Anatomía del espíritu)

lunes, 30 de julio de 2012

NO TE RINDAS



No te rindas, aún estás a tiempo de abrazar la vida y comenzar de nuevo, aceptar tu sombra, liberar el lastre y retomar el vuelo.

No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, abrir las esclusas, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque yo te quiero, porque existe el vino y el amor es cierto, porque no hay herida que no cure el tiempo.

Abrir las puertas, quitar los cerrojos, bajar el puente y cruzar el foso, abandonar las murallas que te protegieron, volver a la vida y aceptar el reto.

Recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida, remontar los cielos.

No te rindas, por favor, AMIGO , no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

Porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento, porque tienes alas y puedes hacerlo, porque no estás solo y porque yo te quiero.

EL AMOR NO ESPERA


El viejo estaba enfermo y cansado. De sus cuatro hijos, no recibía ni la menor atención y para completar finalmente su tragedia, la pobreza en que vivía era extrema. A duras penas lograba sobrevivir; en su pequeñísima granja deambulaban unas cuantas gallinas que existían casi de milagro y no dejaban al menos de poner un par de huevos diariamente. El resto de la dieta eran unas cuantas frutas silvestres que cada día le costaba un penoso esfuerzo más al pobre hombre recolectar y para refrescar su seca garganta, al menos el riachuelo le entregaba su cristalina agua.

Buscando entre sus escasas posesiones encontró dos monedas y se le ocurrió una genial idea. En el pueblo, las intercambió con un mercader de artículos antiguos quien le dio un viejo baúl. Como pudo, lo trasladó a casa y lo dejó a la vista en el centro de su humilde choza.

Por casualidad uno de sus hijos lo visitó e intrigado le preguntó:

¿Qué guardas ahí?

Un secreto -le contestó- que solamente conocerán tú y tus hermanos el día que muera, pues ahí está toda mi herencia.

Al día siguiente lo enterró debajo de su lecho. Cuál fue su sorpresa que a partir de entonces, un hijo al menos lo visitaba durante el día.

Le llevaban leche y miel y entre los cuatro le mantenían su choza bastante limpia.

Un día de invierno el viejo amaneció muerto; de inmediato los hijos se dieron cita, no tanto para velarlo, por supuesto, sino para conocer a cuánto ascendía su herencia. y cuál fue su sorpresa que una vez desenterrado y abierto el cofre, lo único que encontraron fue un trozo de papel que decía de su puño y letra:

Hijos míos, el auténtico amor no espera, se entrega generosamente sin esperar recompensas.

Mi única herencia es que aprendan a amar; hubiera deseado dejarles más, pero mi único legado es darles las gracias por lo que me dieron en vida.

Los cuatro hermanos al fin comprendieron que un buen padre puede dar la vida por sus hijos pero algunos hijos no le pueden entregar nada en vida a sus padres.

En profunda reflexión y con lágrimas en los ojos, le dieron finalmente una digna sepultura y uno de ellos, cuando arrojó el último puñado de tierra, le despidió diciendo: «Te prometo amar sin esperar, Amén».

VALE LA PENA


Mientras que un anciano caminaba por la playa al amanecer, vio que un joven, unos pasos adelante, iba recogiendo de la arena estrellas de mar, que luego arrojaba al mar.

Por último, al llegar hasta el joven, el viejo le preguntó por qué hacía eso.

La respuesta fue: Las estrellas de mar extraviadas en la arena morirían si las dejaba allí hasta que el sol calentara la playa.

- Pero hay muchos kilómetros de playa, y hay allí millares de estrellas de mar.

¿Habrá alguna diferencia después de ese esfuerzo tuyo?

– Objetó el anciano. El joven miró la estrella de mar que tenía en ese momento en la mano, la lanzó al mar, y replicó:

– Para esta sí habrá diferencia. “Lo importante en esta vida va más allá de ganar nosotros mismos.

Lo verdaderamente importante es ayudar a otros a ganar”. Jamás creas que tu esfuerzo o aporte no son lo suficientemente buenos o grandes para hacer la diferencia, al final por más pequeño que sea, todos sumamos..

!!. No dejes pasar el día sin mostrarle a otros el verdadero camino”.

VENCEN


Sube los escalones de tu existencia despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y buena voluntad. Pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto de la escalera que estás subiendo.
No cedas ni un segundo al desánimo; no permitas que la indecisión te domine, aprende a superarlos.
El mundo pertenece a los seres optimistas, positivos y sinceros; nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, estos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera.
Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndote el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.
Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida.
Si no vences es porque te dejaste contaminar por la ola negra del mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al bien y persiste sin retroceder... ¡Vencerá!


TODOS LOS QUE CREEN EN SUS IDEALES Y SE ESFUERZAN POR ALCANZARLOS... VENCEN

miércoles, 25 de julio de 2012

OPINIÓN DE ARTURO PEREZ REVERTE ACERCA DE LOS RECORTES DEL GOBIERNO






El escritor Arturo Pérez-Reverte ha dado este domingo su opinión acerca de los recortes propuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy criticando el hecho de que las medidas recaigan sobre el ciudadano y no sobre la clase política, a la que considera excesivamente numerosa.

A través de su cuenta de Twitter, Reverte ha publicado numerosas reflexiones en las que critica las decisiones políticas tomadas en los últimos días por parte del Ejecutivo español.

“La Cultura, la Educación, la Sanidad, las clases altas, medias y bajas, expoliadas. Y el disparate administrativo, político y autonómico, ni tocarlo”, comenzó reflexionando el de Cartagena.

“A ver si lo he entendido, señor presidente. Hasta por morirme debo pagar un 21%. A ver si lo entiendo, insisto. Alemania tiene 80 millones de fulanos y 150.000 políticos. España, 47 millones y 445.000 políticos, sin contar asesores, cómplices y colegas”, añade.

“O en Alemania faltan políticos o aquí sobran. Si en Alemania faltan, apenas tengo nada que decir. Si en España sobran, tengo algunas preguntas, señor presidente”, continúa.

Reverte cuestiona “para qué sirven 390 senadores con la brillantez media y la eficacia política media de un Iñaki Anasagasti, para qué sirven 350 diputados y 54 eurodiputados y para qué sirven 74.000 alcaldes y concejales, cada cual con su paquete adosado de asesores de ambos sexos y ‘sexas’”.

“Si un concejal de Villacantos del Botijo necesita contratar a 15 asesores, ¿para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de para dar de comer a numerosos compadres y parientes?“, pregunta a continuación. “¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales?”, añade.

“Ese tinglado regional, repartido en 17 chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros. Con sólo ahorrar la mitad… Eche usted cuentas, señor presidente, que yo soy de letras“, apunta.

Reverte sigue con sus reflexiones al preguntarse “cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sangüijuelas se la endiñe a las familias y no a ellos, que en vez de sangrar a esa chusma se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la cultura, al pequeño comercio, a la gente que de verdad lucha y trabaja en vez de a esta casta golfa y desvergonzada y manifiestamente incompetente“.

El escritor califica a las autonomías y diputaciones como “ese negocio autonómico absurdo e insostenible del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de 30 años… 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones… negocios casi privados con dinero público”.

“El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido votando nosotros.No somos inocentes. Son proyección y criaturas nuestras. Treinta años engordándolos con nuestra imbecilidad y abulia política, cuando no con complicidad ciudadana directa”, añade.

Reverte cerró su mensaje dirigiéndose al presidente del Gobierno, al que considera “tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el PSOE lo es de la suya”.

“No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones“, agrega.

“Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente. Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil, a cargar a una población triturada con cinco millones de parados, lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres, seguirá haciéndonos aún más pobres, menos sanos, menos educados…”, concluye el escritor.

LA CRISIS SEGÚN ARTURO PEREZ-REVERTE



Artículo publicado por Arturo Pérez Recerte para suplemento XLSemanal del diario ABC:
Cada vez que doy un paseo veo más tiendas cerradas. Algunas, las de
toda la vida, habían sobrevivido a guerras y conmociones diversas.
Eran parte del paisaje. De pronto, el escaparate vacío, el rótulo
desaparecido de la fachada, me dejan aturdido, como ocurre con las
muertes súbitas o las desgracias inesperadas. Es una sensación de
pérdida irreparable, aunque sólo haya echado vistazos al escaparate,
sin entrar nunca. Otras de esas tiendas son negocios recientes:
comercios abiertos hace un par de años, e incluso pocos meses;
primero, los trabajos que precedían a la apertura, y después la
inauguración, todo flamante, dueños y dependientes a la expectativa, esperanzados. Ahora paso por delante y advierto que los cristales están cubiertos y la puerta cerrada. Y me estremezco contagiado de la desilusión, la derrota que trasmite ese triste papel pegado al cristal con las palabras se alquila o se traspasa.
En lo que va de año, la relación es como de una lista de bajas después
de un combate sangriento. Entre las que conozco hay una parafarmacia, dos tiendas de complementos, una de música clásica, una estupenda tienda de vinos, una ferretería, una tienda de historietas, tres de regalos, dos de muebles, cuatro anticuarios, una librería, dos buenas panaderías, una galería de arte, una sombrerería, una mercería e innumerables tiendas de ropa.
También -ésa fue un golpe duro, por lo simbólico- una juguetería grande y bien surtida. Me gustaba entrar en ella, recobrando la vieja sensación que, quienes fuimos niños cuando no había televisión, ni videoconsola, ni nos habíamos vuelto todos -críos incluidos- completamente cibergilipollas, conservamos del tiempo en que una juguetería con sus muñecas, trenes, soldados, escopetas, cocinitas, caballos de cartón, disfraces de torero y juegos reunidos Geyper, era el lugar más fascinante del mundo.
Ahora hablamos de crisis cada día. Hasta los putos políticos y las putas políticas, que no es lo mismo que políticas putas, ahórrenme las putas cartas, lo hacen con la misma impavidez con que antes afirmaban lo contrario. En todo caso, una cosa es manejar estadísticas; y otra, pisar la calle y haber conocido esas tiendas una por una, recordando
los rostros de propietarios y dependientes, su desasosiego en los últimos tiempos, la esperanza, menor cada día, de que alguien se parase ante el escaparate, se animara y entrase a comprar, sabiendo que de ese acto dependían el bienestar, el futuro, la familia. Haber presenciado tanta angustia diaria, la ausencia de clientes, el miedo a
que tal o cual crédito no llegara, o a no tener con qué pagarlo. El saberse condenados y sin esperanza mientras, en las tiendas desiertas que con tanta ilusión abrieron, languidecían su trabajo y sus ahorros. Morían tantos sueños.
Eso es lo peor, a mi juicio. Lo imperdonable. Todas esas ilusiones deshechas, trituradas por políticos golfos y
sindicalistas sobornados que todavía hablan de clase empresarial como si todos los empresarios españoles tuvieran yate en Cerdeña y cuenta en las islas Caimán. Ignorando las ilusiones deshechas de tanta gente
con ideas y fuerza, que arriesgó, peleó para salir adelante, y se vio arrastrada sin remedio por la tragedia económica de los últimos tiempos y también por la irresponsabilidad criminal de quienes tuvieron la obligación de prevenirlo y no quisieron, y ahora tienen el deber de solucionarlo, pero ni saben ni pueden. De esa gentuza encantada consigo misma que no sólo carece de eficacia y voluntad, sino que sigue impasible como don Tancredo, procurando ni
parpadear ante los cuernos del toro que corretea llevándose a todo cristo por delante. Un Gobierno cínico, demagogo, embustero hasta el disparate. Sentenciándonos, entre unos y otros, a ser un país sin ejido industrial ni empresarial, sin clase media, condenado al dinero negro, al subsidio laboral con trabajo paralelo encubierto y a la economía clandestina. Con mucho Berlusconi en el horizonte. Un rebaño analfabeto, sumiso, de albañiles, putas y camareros, donde los únicos que de verdad van a estar a gusto, sinvergüenzas aparte, serán los jubilados guiris, los mafiosos nacionales e importados, y los hooligans de viaje y tres noches de hotel, borrachera y vómito incluidos, por veinticinco euros. Para entonces, los responsables del desastre se habrán retirado confortablemente al cobijo de sus partidos, de sus varios sueldos oficiales, de sus pingües jubilaciones por los servicios prestados a sí mismos. A dar conferencias a Nueva York sobre cómo los reventaron a todos, dejando el paisaje lleno de tiendas cerradas y de vidas con el rótulo se traspasa. Así que malditos sean su sangre y todos sus muertos. En otros tiempos, al
menos tenías la esperanza de verlos colgados de una farola.

PROFECIA DE ARTURO PEREZ -REVERTE 1998. SOBRE LA CRISIS ACTUAL

Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El
Semanal' el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después,
parece una visión de Nostradamus).

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se
los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las
manos, en la agenda electrónica, en la tecla antro del computador, su futuro y el de sus hijos.

Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad
del cero coma cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term
capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.

Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a
atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados
analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo.

Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.

No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la
economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.

Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros
de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.

Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco
latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus
reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.

Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso:
alto riesgo de verdad.

Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro
y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran
al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.

Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con
medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus
ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos
que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar
agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto
neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.


lunes, 23 de julio de 2012

EL LIBERADO-VIVIENTE Y EL BUSCADOR



Un buscador espiritual viajó a la India en su afán por encontrar y entrevistar a un verdadero iluminado, a un jivanmukta o liberado-viviente.


Viajó durante meses por el país. Se trasladó de los Himalayas al cabo de la Virgen, del estado de Maharahstra al de Bengala. Recorrió montañas, dunas, desiertos, ciudades y pueblos.


Recabó mucha información y, por fin, halló, según todos los testimonios, un verdadero hombre realizado. Por fin, podría llevar a cabo su ansiado encuentro.


El graznido de los cuervos quebraba el silencio de una tarde apacible y dorada. El hombre realizado se hallaba bajo un frondoso rododendro, en actitud meditativa. El visitante lo saludó cortésmente, se sentó a su lado y preguntó:

--Antes de que usted hallase la realización, ¿se deprimía?

--Sí, claro, a veces -repuso tranquilamente el jivanmukta.

El buscador hizo una segunda pregunta:

--Dígame, y ahora, después de su iluminación, ¿se deprime a veces?

Una leve y hermosa sonrisa se dibujó en los labios del jivanmukta. Penetró con sus límpidos ojos los de su interlocutor y contestó:

--Sí, claro, a veces, pero ya ni me importa ni me incumbe.

*El Maestro dice: Cuando cesa la identificación con tus procesos psicomentales, ya nada puede encadenarte ni implicarte. Eres como un bambú vacío por el que libremente circula la energía universal.

SER UNA PERSONA MÁS ALEGRE


La alegría no siempre surge desde el exterior sino que hay que cultivarla a nivel interno. Por ello, existen personas que logran encontrar el equilibrio, es decir, tienen la capacidad de mostrar ilusión, incluso, en los malos momentos. ¿Cómo puedes llegar a estar más alegre en tu rutina diaria?

En primer lugar, rompiendo dicha rutina. No te quedes estancando en la monotonía, haz cosas diferentes, intenta conocer gente interesante, viaja más. No hace falta gastar mucho dinero, es suficiente con realizar excursiones a los pueblos del entorno para cambiar de aires, conectar con la tranquilidad de un pueblo e ir más allá de los propios límites.

Por otra parte, para cultivar la alegría también es positivo realizar planes concretos: ir al cine para disfrutar de una comedia, seguir periódicos que se centran en la descripción de buenas noticias, estar integrado en el entorno social, formar parte de la vida diaria de tu ciudad… El sentido de pertenencia a un grupo te aporta bienestar y seguridad.

Además, tu alegría también aumenta cuando descubres todo aquello que puedes aportar a los demás, en ese instante, tomas conciencia de que eres una persona valiosa de verdad que tiene un tesoro en su interior. Por tanto, alguien que es poseedor de un tesoro debe sentirse pleno y vital. Por otra parte, en vez de centrar tu atención en lo negativo de la vida: en las carencias, los deseos que nos has podido realizar, las personas que te hacen la vida menos agradable… Intenta dar las gracias por las personas que te quieren, los proyectos que has culminado con éxito y la satisfacción que hay en tu corazón por el pasado y por el camino recorrido. La alegría no se consigue a base de hechizos mágicos sino con mucho esfuerzo y con trabajo interno.

¿VIVES O EXISTES?




¿Vives o existes? Vivir y existir parecen dos términos semejantes, sin embargo, tienen grandes diferencias. Todo aquel que vive, también existe. Sin embargo, no se puede decir que por el simple hecho de existir, se viva en letras mayúsculas el presente, se aproveche el tiempo y alguien, sea feliz. ¿Vives o existes?


La existencia afecta a todo ser vivo e incluso, también, al universo inerte que no tiene conciencia. Las cosas están ahí por algo, tienen una utilidad, sirven, tienen un uso. Sin embargo, la vida es mucho más que una existencia pasiva. Por ello, conviene dar el paso de valorar el momento, amar de verdad a las personas, tener ganas de compartir, cumplir los sueños y matar el miedo.


En la medida en que una persona alimenta sus propios miedos entonces, queda más estancada al plano de la muerte que al plano de la vida. La vida se alimenta a través de las siguientes emociones: entusiasmo, motivación, energía, creatividad, empatía, pasión… Por ello, aprende a dar la importancia necesaria a las cosas ya que aquellos que viven estancados en el plano de la mera supervivencia, han convertido el arte de ser infelices en todo un estado. Siempre encuentran excusas para estar insatisfechos con el mundo y esperan el milagro de que un día, las cosas cambien por pura casualidad. Lo cierto es que eso nunca pasará.


El único valiente que puede salvarte del nihilismo eres tú mismo para dar el paso del regalo de la vida. Una palabra breve pero que tiene mucha fuerza. Muchas personas no se dan cuenta de que son felices hasta que en realidad, tienen un problema realmente grave y se dan cuenta de que no supieron dar valor al momento adecuado. Por ello, a partir de ahora, intenta vivir además de existir. Tendrás más plenitud vital.

SI HUBIERA TENIDO UN POCO MÁS DE TIEMPO



Con algunos ahorros, un hombre de un pueblo de la India compró un burro joven. La persona que se lo vendió le previno de la cantidad de comida que tenía que procurarle todos los días.

Pero el nuevo propietario pensó que tal cantidad era excesiva y comenzó a restar comida día a día al pollino.

Hasta tal punto disminuyó la ración de alimento al asno que, un día, el pobre animal amaneció muerto. Entonces el hombre comenzó a gimotear y a lamentarse así:

--¡Qué desgracia! ¡Vaya fatalidad! Si me hubiera dado un poco más de tiempo antes de morirse, yo hubiera logrado que se acostumbrase a no comer nada en absoluto.

*El Maestro dice: Como este hombre son algunos negligentes y “avaros” buscadores espirituales: quieren conquistar la Sabiduría sin ningún ejercitamiento espiritual.

viernes, 20 de julio de 2012

CONSEJOS PARA COMPRENDER LA MENTE MASCULINA


Hombres y mujeres son diferentes pero complementarios. Es decir, la fuente de dicha diferencia funda la riqueza de la relación interpersonal ya sea en el ámbito de la amistad o de la pareja. Sin embargo, existen hombres que aseguran que tienen muchas dificultades para comprender de verdad a una mujer, y a la inversa. ¿Cómo puedes descifrar mejor la mente masculina?

En general, un chico tarda mucho más tiempo en expresar sus sentimientos que una chica. Por ello, lo que menos les gusta es sentirse presionados a la hora de tener que decir “te quiero” o expresar aquello que están sintiendo. Ellos dan mucha más importancia a los hechos, por ello, gestos tan sencillos en apariencia como que quiera pasar mucho tiempo con su pareja, muestran que estánenamorados y que valoran a la persona con la que comparten su vida.

También existen muchos estereotipos sociales con la idea de que los hombres no se comprometen. Esto no es real, simplemente, se comprometen cuando se han enamorado y cuando conocen a una persona que de verdad, es especial. A rasgos generales, algunos expertos aseguran que los hombres son más racionales que las mujeres. Por otra parte, también pueden mostrar en apariencia másfrialdad, precisamente, porque les cuesta mostrar sus sentimientos.

Sin embargo, gracias al trabajo que se está realizando actualmente en Inteligencia Emocional, cada vez son más los hombres que conectan con sus emociones. Por otra parte, con los hombres es mejor no utilizar indirectas y decirles aquello que quieres expresar de una forma directa. No esperes que te adivine el pensamiento ya que además, las mujeres tampoco pueden adivinarlo, sin embargo, en ocasiones, se comportan como si fuese posible. Cuando se cree adivinar el pensamiento ajeno, lo que en realidad se hace, es proyectar en el otro el propio pensamiento.

EL FALSO MAESTRO



Era un renombrado maestro; uno de esos maestros que corren tras la fama y gustan de acumular más y más discípulos. En una descomunal carpa, reunió a varios cientos de discípulos y seguidores. Se irguió sobre sí mismo, impostó la voz y dijo:

--Amados míos, escuchad la voz del que sabe.

Se hizo un gran silencio. Hubiera podido escucharse el vuelo precipitado de un mosquito.

--Nunca debéis relacionaros con la mujer de otro; nunca. Tampoco debéis jamás beber alcohol, ni alimentaros con carne.

Uno de los asistentes se atrevió a preguntar:

--El otro día, ¿no eras tú el que estabas abrazado a la esposa de Jai?

--Sí, yo era -repuso el maestro.

Entonces, otro oyente preguntó:

--¿No te vi a ti el otro anochecer bebiendo en la taberna?

--Ése era yo -contestó el maestro.

Un tercer hombre interrogó al maestro:

--¿No eras tú el que el otro día comías carne en el mercado?

--Efectivamente -afirmó el maestro. En ese momento todos los asistentes se sintieron indignados y comenzaron a protestar.

--Entonces, ¿por qué nos pides a nosotros que no hagamos lo que tú haces?

Y el falso maestro repuso:

--Porque yo enseño, pero no practico.

*El Maestro dice: Si no encuentras un verdadero maestro al que seguir, conviértete tú mismo en maestro. En última instancia, tú eres tu discípulo y tu maestro.

SE PUEDE DECIR MÁS ALTO, PERO NO MÁS CLARO


Por: José Luis Sampedro



Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros. por José Luis Sanpedro 11.05.12

José Luis Sampedro Sáez (Barcelona, 1 de febrero de 1917) escritor, humanista y economista español que aboga por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España por «su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo». En 2011 recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas.


Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros.


Se lo digo así, de entrada, porque sé que nunca va a leerme, como nunca lee usted libros, ni nada más que periódicos deportivos como usted mismo ha confirmado, jactándose, como buen español de ser un ignorante. No se engañe, por eso lo han votado tanta gente. Perdonen los demás el exabrupto, pero es que está demostrado que somos lo que nuestros padres nos han educado, y si usted y sus ministros son como son, es porque sus madres muy bien no lo han hecho. A pesar de los colegios de pago, de pertenecer a la oligarquía de épocas dictatoriales, etc.

Verá usted, señor presidente. Lo que más me molesta no es que usted sea un bastardo malnacido, sino un ignorante, y sobre todo un mentiroso. Se presentó a unas elecciones diciendo que no haría cosas que ahora hace. Dijo hace tiempo que la posibilidad de una amnistía fiscal le parecía injusta y absurda, y no ha tardado ni tres meses en recurrir a esta medida de forma injusta y absurda, como señala el diputado de IU Alberto Garzón al que usted y sus secuaces ningunean como a cualquier otro que no sea seguidor suyo. Ésa es la democracia que ustedes entienden, ignorar a los representantes de la ciudadanía que no les afín. Usted dijo que la Sanidad y la Educación no se tocaban, y la han tocado pero bien. A la banca nada, y eso que los grandes expertos en economía señalan que, o le metemos mano a sus amigos de las finanzas, o nos vamos a pique.

Le voy a explicar unas cuantas cosas dado que usted es un ignorante que lee prensa deportiva en lugar de libros de historia, economía o política. Durante los años 20 hubo gente que tuvo la genial idea de crecer mucho, por encima de sus posibilidades como ahora tienen ustedes tan de moda decirnos. Tanto que incluso a Churchill, para salir de la situación de postguerra, se le ocurrió revalorizar la libra, lo que trajo bajada de sueldos y aumento de las horas de trabajo. No sólo no se creció por encima de lo esperado sino que destruyó la posibilidad de crear un modelo sostenible de crecimiento basado en el consumo, lo que permite terciarizar una economía y hacerla verdaderamente competitiva. Eso es ser un país desarrollado y no ganar mundiales de fútbol. Cuando llegó la crisis del 29 y la posterior recesión mundial en los 30, en un país tan poco sospechoso de socialista, comunista o lo que ustedes quieran, como EEUU, decidieron adoptar una cosa llamada New Deal, que consistió, entre otras cosas, en subir los sueldos y bajar las horas de trabajo. Como consecuencia, había más puestos de trabajo para cubrir esas horas de menos, y los que salían de su trabajo lo invertían en consumo, lo que reactivó la economía y permitió al país dar un definitivo empujón hacia arriba para salir victorioso de una Guerra Mundial que libró en tres continentes.

Por si usted no lo sabe, las medidas que está ejecutando han conseguido lo contrario. Hablo en pasado porque tal vez no lo sepa, pero no hay nada nuevo en los famosos "recortes". Argentina, Chile, Polonia, Rusia y así hasta un largo etc de países engrosan una horrible lista de fracasos de las políticas neoliberales de Milton Friedman y el Consenso de Washington que desde los 70 llevan intentando hacernos creer que sumergir a un país en el shock económico es una salida a la crisis. Jamás las medidas de la Escuela de Chicago han funcionado. Jamás un país ha salido de la crisis de esa forma. Jamás una sociedad se ha beneficiado de ello. Por el contrario, ha generado suicidios, deterioro del Estado del Bienestar (que ustedes insisten en decir que se ha terminado mientras vemos cómo crece y se desarrolla en otros países de nuestro entorno) y ha destruido el futuro de numerosas generaciones.

Usted miente, señor Presidente, y es sumamente peligroso. Porque el anterior era un inútil, pero usted es un pirómano en mitad de un incendio. El otro creía vivir en el País de las Maravillas y usted nos está sumiendo en el País de los Horrores. Toda política fiscal que no se base en la generación de riqueza, toda medida relativa al empresariado que no atienda prioritariamente a las empresas que cotizan más del 60% de sus ganancias en forma de sueldos e impuestos en España (y no Repsol, que solamente invierte un 20% y ahora la defienden como española; hay empresas extranjeras que reparten más beneficios al conjunto del país), todo lo que no sea alumbrar un futuro basado en la investigación y no en el trabajo precario, es destruir el futuro del país. A usted y sus secuaces se les llena la boca diciendo que hay que fomentar el emprendedorismo, y en lugar de ello desarrollan un plan basándose en los ideales especulativos de los dirigentes de la CEOE cuyo historial de empresas arruinadas por la especulación de la que ellos salen indemnes mientras el Estado se hace cargo de los parados que dejan es absolutamente bochornosa. Eliminan de todo plan de emprendedores la posibilidad del emprendedor social y generan únicamente una nueva casta de tiburones amparados en una reforma laboral neofeudal.

Ustedes se olvidan que los países desarrollados como EEUU, Alemania, Francia, etc., invierten entre el 2'6 y el 3'4% del PIB en I+D+I. España no sólo necesita un esfuerzo superior (en torno al 6%) para ponerse a su altura sino que ustedes nos bajan la inversión del 1'3% al 0'9%. Para entendernos, usted que sólo lee sobre deportes, es la diferencia entre inventar un coche, y fabricarlo. Quien lo inventa tiene los beneficios de todos y cada uno de los coches que se venden. Quien lo fabrica sólo de las unidades que salen de su fabrica. ¿Dónde se inventan los coches? En Alemania, por citar un caso. ¿Dónde se fabrican? En España, Polonia o Rumania. Es evidente de quiénes estamos más cerca, pues. Al darle el hachazo que usted le ha dado a la investigación nos condena a ser un país de camareros, portaequipajes, y por supuesto de trabajadores poco o nada cualificados que trabajemos para empresas extranjeras a sueldos miserables mientras tenemos la moneda de los países con mejor calidad de vida. Si seguimos en el euro es para vivir como ellos, no para que ustedes nos hagan vivir como en Botsuana con precios de París.

Usted nos está suicidando económicamente. Tal vez no sepa quién es Paul Kruggman, pero es Premio Nobel de Economía. Para él es evidente que usted nos miente o no quiere darse cuenta de que no estamos ni siquiera en recesión, sino en fase de depresión, y sus medidas nos hunden cada vez más. Ha aceptado ser el banco de pruebas del FMI, cuyas medidas ya arruinaron a varios países, pregunte si no por Grecia o Italia donde están fracasando estrepitosamente. Usted no le dice a la gente que estamos metidos en una III Guerra Mundial cuyas armas no son de fuego, sino que tienen a forma de experimentos socio-económicos, donde los tanques son agencias de calificación de la deuda, donde los países utilizan a los ciudadanos para intereses ajenos a estos, y donde, al final, la gente está muriendo y sufriendo, como en cualquier guerra. Usted nos dice que es bueno meter a cuarenta alumnos por clase, que es bueno que haya menos profesores, menos médicos, menos atención sanitaria, y a veces pienso que simplemente usted es gilipollas, que no puede ser que actúe con maldad. Y créame, lo sigo pensando. Los malos seguramente son otros, usted no tiene la inteligencia suficiente para darse cuenta de todo eso. Sí la tiene, en cambio, para saber que todo esto puede traer revueltas sociales, agitación en la calle. Por eso va a aprobar una medida por la cual será terrorismo y condena criminal resistirse a la voluntad del Gobierno expresada en sus brazos de coerción, es decir, al policía. Como yo le estoy diciendo esto, seguramente me acusará de terrorismo por incitar a la gente a decirle a usted las verdades a la cara.

Señor Presidente, usted no quiere decirlo porque la Führer Merkel le amenaza desde el IV Reich que se ha instalado. No es una exageración, oiga, que lo dice hasta el Financial Times que como todo el mundo sabe es muy de izquierdas sin duda. Estamos metidos en mitad de una III Guerra Mundial, vuelvo a repetírselo, y no es una idea únicamente mía, sino de gente de esa que ha estudiado, tiene doctorados, ha dado clase en varias universidades, ha viajado por el mundo, ha leído mucho, mucho, habla varios idiomas, ha vivido diferentes procesos de crisis y recuperación, y a algunos también les gustan los deportes. Pero también ven que ustedes nos metieron una primera fase de Movimientos Financieros que ahogaron nuestra economía y ahora nos meten en una fase de Posiciones para hundirnos en el shock, en el miedo, en la angustia.

Solo le deseo que si algún día la sociedad se rebela, salimos a la calle, tomamos los poderes públicos, proclamamos una Asamblea Constituyente, convocamos un referéndum sobre la forma de Estado, disolvemos los partidos actuales y los obligamos a refundarse en partidos que atiendan a las ideologías políticas y no a las económicas, establecemos un sistema de elecciones realmente democráticas, nos salimos de la moneda alemana (llamada también euro) y establecemos pactos bilaterales con los países importantes, invertimos en educación e investigación. Si todo eso pasa y empieza con una mecha que la sociedad enciende. Si pasa y asaltamos su palacete en la Moncloa , ojalá usted esté ya camino del exilio en Berlín.

O lo va a pasar mal. Muy mal.

"Los recortes se aceptan por una de las fuerzas mas importantes de la humanidad, el miedo."


cita José Luis Sampedro


"Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres"


José Luis Sampedro, para quien no lo sepa, tiene 94 años. una persona, capaz de seguir desarrollando sus ideas, publicando novelas, escribiendo artículos, etc. Y ya no sólo eso, sino hacerlo con ese entusiasmo, seguridad y el toque revolucionario, de cambio, que tienen muchas de sus frases y pensamiento.

EL LORO QUE PIDE LIBERTAD



Ésta es la historia de un loro muy contradictorio. Desde hacía un buen número de años vivía enjaulado, y su propietario era un anciano al que el animal hacía compañía. Cierto día, el anciano invitó a un amigo a su casa a deleitar un sabroso té de Cachemira.


Los dos hombres pasaron al salón donde, cerca de la ventana y en su jaula, estaba el loro. Se encontraban los dos hombres tomando el té, cuando el loro comenzó a gritar insistente y vehementemente:


--¡Libertad, libertad, libertad!


No cesaba de pedir libertad. Durante todo el tiempo en que estuvo el invitado en la casa, el animal no dejó de reclamar libertad. Hasta tal punto era desgarradora su solicitud, que el invitado se sintió muy apenado y ni siquiera pudo terminar de saborear su taza. Estaba saliendo por la puerta y el loro seguía gritando: “!Libertad, libertad!”.


Pasaron dos días. El invitado no podía dejar de pensar con compasión en el loro. Tanto le atribulaba el estado del animalillo que decidió que era necesario ponerlo en libertad. Tramó un plan. Sabía cuándo dejaba el anciano su casa para ir a efectuar la compra. Iba a aprovechar esa ausencia y a liberar al pobre loro. Un día después, el invitado se apostó cerca de la casa del anciano y, en cuanto lo vio salir, corrió hacia su casa, abrió la puerta con una ganzúa y entró en el salón, donde el loro continuaba gritando: “!Libertad, libertad!” Al invitado se le partía el corazón.


?Quién no hubiera sentido piedad por el animalito? Presto, se acercó a la jaula y abrió la puertecilla de la misma. Entonces el loro, aterrado, se lanzó al lado opuesto de la jaula y se aferró con su pico y uñas a los barrotes de la jaula, negándose a abandonarla. El loro seguía gritando: “!Libertad, libertad!”

*El Maestro dice: Como este loro, son muchos los seres humanos que dicen querer madurar y hallar la libertad interior, pero que se han acostumbrado a su jaula interna y no quieren abandonarla.

¿ SIRVEN PARA ALGO LAS MANIFESTACIONES?



Sirven para estar vivos, para demostrarnos que no somos cadáveres. Porque vivir es protestar. Sirven para que el poder sepa fehacientemente que no estamos de acuerdo con su forma de gobernar, sirven para no cantarle el alirón que tanto les gusta, sirven para irritarles, sirven para que no nos gaseen. Sirven contra las agresiones directas sin haberlas merecido, sirven para gritar que no se puede machacar más y siempre a los mismos, sirven para que las rentas altas progubernamentales al menos se asusten. Sirven para ser congruentes con la dignidad. Sirven para demostrar que una urna no es una meta, sirven para demostrar que si queremos somos soberanos. Sirven para despojarnos del miedo, de la angustia y de los prejuicios. Sirven para demostrar que no nos resignamos. Sirven para que nuestros hijos no se avergüencen de nosotros. Sirven para demostrar que son verdugos. Para comprobar que aún somos ciudadanos y no borregos. Sirven para mantener la esperanza, aunque los resultados no sean inmediatos. Sirven para cristalizar el viejo dicho de que la unión hace la fuerza. Sirven para razonar y hacer razonar. Sirven para que la violencia no se desate. Sirven para avergonzarles, para decirles que están prostituidos en su acción política.
Porque una manifestación no es más que una declaración de intenciones, una exigencia de que no nos hinchen más los cojones. Sirven para sentirnos menos impuros. Para demostrarnos que no estamos locos, ni creemos en supercherías ni miserables fanatismos y adhesiones. Sirven para ser críticos. Sirven para hacer saber que somos los nuevos ricos de la democracia. Para demostrar que somos más civilizados que ellos. Sirven para odiar, sí, odiar, a los corruptos de la solidaridad y el latrocinio. Sirven para reflejar que queremos ser gandhis pero podemos ser cheguevaras y aun robespierres, sirven para no ser castillos inexpugnables ni caracoles enrocados, para dejar claro que no somos lobos si no nos obligan, sirven para demostrar que somos más y más que podemos ser. Sirven para ser decentes. Sirven para hacer posible lo imposible. Sirven para hacer realidad la utopía.

Por eso y para eso, hay que acudir a las manifestaciones del jueves 19 en toda España.

¿O alguno de ustedes cree que no sirven para nada?


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jueves, 19 de julio de 2012

CÓMO NOS INFLUYEN LOS COLORES FRÍOS


Que los colores influyen en nuestro estado de ánimo es algo que experimentamos día a día. Basta que cambiemos el color de una habitación o el de nuestra ropa para notar cómo nos sentimos más contentos o más tristes de forma inmediata. Pero no es éste el único efecto que pueden provocar en nosotros los colores. También nos pueden ayudar a relajarnos y encontrar la calma. Esto lo logramos sobre todo con los colores fríos como el azul, el verde o el violeta.

El verde es, sin duda, el color más relajante de todos los que podemos encontrar. Basta salir a dar un paseo a la naturaleza, llena de diferentes tonos de verde y sentiremos cómo nuestra mente se calma y nuestro cuerpo se relaja. Según se dice, esta sensación viene del hecho de que este color representa la armonía y el orden de la naturaleza, armonizando así también nuestro interior.

Si nos sentimos angustiados y ansiosos, nada mejor que rodearnos de este color, sobre todo en sus tonos suaves, para recuperar la calma, preferiblemente en plena naturaleza.

El azul, además de ayudarnos también a encontrar la calma, nos va a llenar de serenidad. Este color no sólo reduce la angustia y la ansiedad, sino que además nos va a ayudar a meditar y reflexionar, por lo que, si tienes que tomar una decisión importante y quieres pensarla con calma, rodéate de azules que te hagan sentir tranquilo y favorezcan la concentración, principalmente en la gama de los oscuros. Si nos sentimos tristes, el azul oscuro nos lleva a sentir optimismo, sensación de apertura y libertad. También nos puede ayudar a controlar el apetito.

El violeta se asocia a la espiritualidad, al cambio positivo, además de hacernos también sentirnos relajados. Si queremos realizar un cambio en nosotros mismos, este color nos ayuda a conectar con nuestro yo interior.

SER MEJOR PERSONA



Ser mejor persona NO significa tener mas poder que otros, tener más dinero que otros, ser más guapo o guapa que otros… ¡NO!

Hablo de la determinación de ser una mejor persona cada día, teniendo como referencia y punto de partida básicos una honesta evaluación de quién SOY YO en cada momento.

Por qué…

¿Cómo podría mejorar si no me sé? ¿Y cómo podría saberme si ni me miro? ¿Cómo podría empezar a cambiar en una dirección determinada, por deseable que esta sea, sin saber de dónde parto?

Muchas personas sienten que “no puede” hacer casi nada, que todo le sale mal, que siempre fracasan, hagan lo que hagan.

Se trata de falsas percepciones de sí mismos, inhibiciones adquiridas, sin duda equivocadas, ya que nadie lo hace todo mal o no puede hacer nada.

Todos hemos tenido experiencias en la vida de las que podríamos sacar provecho para orientar nuestras acciones hacia donde queremos y superar las adversidades que nos limitan.

Una vida mejor es posible si cultivamos las cualidades que nos hacen crecer, si desarrollamos nuestro potencial más constructivo.

Algunas personas son afortunadas aprenden a escucharse a sí misma muy pronto, identifican qué les hace felices y les entusiasma; son hombres y mujeres cuyo firme deseo de superación les permite tener la certeza de que son capaces de asistir o de crear las circunstancias que necesitan para hacer realidad cada sueño.

Son personas que confían en su elección, que se comprometen con ella para concretarlas.

Todos y cada uno de nosotros tenemos esa facultad, recuerda que La Superación Personal comienza, sin lugar a dudas, en el aprendizaje y continúa en la consciencia de ese aprendizaje. Prosigue cuando nos enfrentamos con nuestro miedo al fracaso y nos apoyamos en la capacidad de aprender de nuestros errores.

Finalmente, el resultado necesita, la mayoría de las veces, que cultivemos la confianza en nosotros mismos y que, más allá de los resultados del momento, nos permita darnos siempre otra oportunidad.

La perseverancia, la consistencia y el compromiso son, quizás, las herramientas más poderosas que tenemos quienes solemos equivocarnos, es decir, son las mejores herramientas para todos nosotros y así formarnos cada día a ser MEJOR PERSONA.

EL PRECIO DE SER HONESTO




Por ser honesto se paga un precio, es decir, aquel que vive siendo coherente con sus propios valores y que vive desde la autenticidad, también tiene que hacer frente a obstáculos, situaciones dolorosas y pérdidas. Pero está claro que este proceso se hace más llevadero en tanto que uno mismo no pierde el equilibrio interior. ¿Cuál es el precio de la honestidad en los tiempos modernos?

En primer lugar, puede que te sientas diferente a los demás, que te cueste encontrar personas que no se dejan llevar por el poder del grupo. En definitiva, en ocasiones, puedes sentirte solo al no tener gente cerca con la que te identificas en modo de ser. En otros casos, las personas honestas también son aquellas que dicen lo que piensan, muestran sus puntos de vista y su modo de ver las cosas. Tal sinceridad no siempre es bien recibida como habrás podido comprobar en el ámbito personal o en el trabajo.

Existen personas que prefieren las relaciones superficiales porque allí, se sienten cómodas. Pero en cambio, cuando se encuentran con alguien que es honesto se dan cuenta de que mantener una amistad con una persona de estas características implica mayor dedicación, tiempo y esfuerzo. Muchas personas viven su espacio de ocio y sus relaciones sociales desde la frase: “No tengo tiempo”.

Es verdad que ser honesto supone un precio, sin embargo, es mucho más aquello que se gana que aquello que se pierde en apariencia. Además, porque es mejor perder algo que no merece la pena tener. En cambio, en la vida, nadie debería renunciar a la posibilidad de aportar algo bueno a los demás, de dejar su propia huella en el mundo y de querer ser mejor cada día. ¿Cuál crees tú que es el precio de la honestidad y la coherencia?

DOCE AÑOS DESPUÉS




Era un joven que había decidido seguir la vía de la evolución interior. Acudió a un maestro y le preguntó:

--Guruji, ¿qué instrucción debo seguir para hallar la verdad, para alcanzar la más alta sabiduría?

El maestro le dijo:

--He aquí, jovencito, todo lo que yo puedo decirte: todo es el Ser, la Conciencia Pura. De la misma manera que el agua se convierte en hielo, el Ser adopta todas las formas del universo. No hay nada excepto el Ser.

Tú eres el Ser. Reconoce que eres el Ser y habrás alcanzado la verdad, la más alta sabiduría.

El aspirante no se sintió satisfecho. Dijo:

--¿Eso es todo? ¿No puedes decirme algo más?

--Tal es toda mi enseñanza -aseveró el maestro-. No puedo brindarte otra instrucción.

El joven se sentía muy decepcionado, pues esperaba que el maestro le hubiese facilitado una instrucción secreta y algunas técnicas muy especiales, incluso un misterioso mantra.

Pero como realmente era un buscador genuino, aunque todavía muy ignorante, se dirigió a otro maestro y le pidió instrucción mística. Este segundo maestro dijo:

--No dudaré en proporcionártela, pero antes debes servirme durante doce años. Tendrás que trabajar muy duramente en mi ashram 2comunidad espiritual|. Por cierto, hay un trabajo ahora disponible. Se trata de recoger estiércol de búfalo.

Durante doce años, el joven trabajó en tan ingrata tarea. Por fin llegó el día en que se había cumplido el tiempo establecido por el maestro.

Habían pasado doce años; doce años recogiendo estiércol de búfalo. Se dirigió al maestro y le dijo:

--Maestro, ya no soy tan joven como era. El tiempo ha transcurrido. Han pasado una docena de años. Por favor, entrégame ahora la instrucción.

El maestro sonrió. Parsimoniosa y amorosamente, colocó una de sus manos sobre el hombro del paciente discípulo, que despedía un rancio olor a estiércol. Declaró:

--Toma buena nota. Mi enseñanza es que todo es el Ser. Es el Ser el que se manifiesta en todas las formas del universo. Tú eres el Ser.

Espiritualmente maduro, al punto el discípulo comprendió la enseñanza y obtuvo iluminación. Pero cuando pasaron unos momentos y reaccionó, dijo:

--Me desconcierta, maestro, que tú me hayas dado la misma enseñanza que otro maestro que conocí hace doce años. ¿Por qué habrá sido?

--Simplemente, porque la verdad no cambia en doce años, tu actitud ante ella, sí.



*El Maestro dice: Cuando estás espiritualmente preparado, hasta contemplar una hoja que se desprende del árbol puede abrirte a la verdad.

miércoles, 18 de julio de 2012

LA CAÑA Y EL ROBLE




El viento soplaba en grandes ráfagas. Las espigas de trigo se tendían bajo los golpes de la borrasca. Los esbeltos árboles de la selva se inclinaban humildemente, y los animales corrían en busca de refugio. El estruendo del viento cantaba entre las copas de los árboles, fustigaba la superficie del estanque de los lirios, trocándola en espuma, y daba vueltas a las anchas y lisas hojas de las plantas acuáticas.

Pero el viejo roble seguía erguido c inmutable en el linde del bosque y no se doblaba bajo la furia de la tormenta.

—¿Por que no te inclinas cuando el viento golpea tus ramas? —preguntó la esbelta caña—. Yo sólo soy una frágil caña. Me balanceo con cada ráfaga.

Desdeñosamente, el roble replicó:

—¡Bah, eso no es nada! Las tormentas que he soportado y vencido son innumerables.

La tormenta lo oyó y sopló furiosamente. El luminoso zigzag de un relámpago rasgó la oscuridad del cielo, y la lluvia azotó con fuerza el ramaje del poderoso roble. Pero el árbol resistió impasible.

Por fin, pasó la tempestad, asomó el sol por encima de una nube, sonrió a la Tierra que estaba allá abajo y volvió a reinar !a calma.

Entonces, salieron del claro los leñadores, blandiendo sus hachas v cantando alegremente. Iban a talar el gigantesco roble.

Éste se mantuvo erguido con firmeza, recibiendo valerosamente los golpes, cuando la filosa hoja del hacha lo hería. Luego, al balancearse su enorme tronco, profirió un terrible gemido y se desplomó con estruendo atronador. Los leñadores le cortaron las ramas, lo ataron y se lo llevaron del bosque, donde había estado en pie durante tantos años.

La esbelta caña, firme y erecta en su sitio, suspiró con lástima.
—¡Qué desgracia! —exclamó—. ¡Pobre roble! ¡Éramos tan buenos amigos!

LA PEQUEÑA INTELIGENTE



Un día una niña de 6 años estaba en su salón de clases. La maestra iba a explicar la evolución a los niños.

Entonces le preguntó a un niño:

MAESTRA: Tommy, ¿ves ese árbol allá fuera?

TOMMY: Sí.

MAESTRA: Tommy, ¿ves la grama afuera?

TOMMY: Sí.

MAESTRA: Ve afuera, mira hacia arriba y dime si puedes ver el cielo.

TOMMY: Muy bien (Volvió al cabo de unos minutos). Sí, vi el cielo.

MAESTRA: ¿Viste a Dios?

TOMMY: No.

MAESTRA: Ése es mi punto. No podemos ver a Dios porque no está ahí. Él no existe.

Una pequeña niña pidió permiso para hacerle unas preguntas al niño. La maestra aceptó y la niñita preguntó:

NIÑITA: Tommy, ¿ves ese árbol allá fuera?

TOMMY: Sí.

NIÑITA: Tommy, ¿ves la grama afuera?

TOMMY: Síííííííííííí... (Cansado de todas esas preguntas.)

NIÑITA: ¿Ves el cielo?

TOMMY: Síííííííííííí..

NIÑITA: Tommy, ¿ves a la maestra?

TOMMY: Sí...

NIÑITA: ¿Ves su cerebro?

TOMMY: No.

NIÑITA: Entonces, según lo que hemos aprendido hoy con la maestra, ¡ella no tiene cerebro!

LA CUCHARA


Un estudiante de zen se quejaba de que no podía meditar: sus pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro diciéndole: "Maestro, los pensamientos y las imágenes mentales no me dejan meditar; cuando se van unos segundos, luego vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me dejan en paz". 

El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y que dejara de cavilar. 

No obstante, el estudiante seguía lamentándose de que los pensamientos no le dejaban en paz y que su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba concentrarse, todo un tren de pensamientos y reflexiones, a menudo inútiles y triviales, irrumpían en su cabeza.

El maestro entonces le dijo: "Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu mano. Ahora siéntate y medita". 

El discípulo obedeció. 

Al cabo de un rato el maestro le ordenó:"¡Deja la cuchara!". 

El alumno así hizo y la cuchara cayó obviamente al suelo. 

Miró a su maestro con estupor y éste le preguntó: "Entonces, ahora dime quién agarraba a quién, ¿tú a la cuchara, o la cuchara a ti?.

AMAR ES ENSEÑAR




Si es cierto que me amas, no pongas en mis manos
el pez que otros pescaron a fuerza de remar, 

No quiero ser tu esclavo, prefiero ser tu hermano. 

Levántate, camina, enséñame a pescar. 

Si es cierto que me amas, no cubras mis harapos 

con telas que otras manos tejieron y es mejor 

que sienta yo el orgullo de ver sobre mis hombros, 

el paño que mis manos hicieron con amor. 

Si es cierto que me amas, no pongas en mis manos 

el pan que otros ganaron, y te pido por favor... 

invítame a los campos, entrégame un arado. 

El pan es más sabroso mezclado con sudor. 

Si es cierto que me amas, no trates de narrarme 

la historia de otros hombres, difícil de entender. 

Despiértame a la vida, tu puedes levantarme, 

invítame a la escuela, enséñame a leer. 

Si es cierto que me amas y sientes en el alma 

la paz y la esperanza que ha puesto en mi tu Dios, 

ayúdame a ser bueno, yo anhelo tener calma. 

Enséñame la senda del bien y del mal. 

Si es cierto que me amas, estréchame la mano, 

enfréntame a la vida, anímate a luchar, 

ayúdame a ser libre, yo quiero ser tu hermano 

que amor no es sentir lástima, amar es enseñar. 

ESCUCHA



Escucha,
Nunca sabes si dirán las palabras justas que estabas esperando.

Abre,
Nunca sabes si será la persona que siempre soñaste.

Despierta,
Nunca sabes si ese día cambiará el resto de tu vida.

Habla,
Nunca sabes si tus palabras despertarán sentimientos en personas insospechadas.

Cambia,
Nunca sabes si el nuevo camino te traerá nuevas alegrías.

Analiza,
Nunca sabes si la situación que te acongoja,
está disfrazada de oportunidad.

Arriesga,
Nunca sabes si tus movimientos audaces,
serán el comienzo de una cadena de éxitos notables.

Camina,
Nunca sabes si tus huellas,
serán el camino que sigan aquellos que confían en ti.

EL APRENDIZ QUEJUMBROSO


Un anciano maestro Hindú se cansó de las quejas de su aprendiz, y así que, una mañana, lo envió por algo de sal. Cuando el aprendiz regresó el maestro le instruyó al joven infeliz poner una manotada de sal en un vaso de agua y luego beberla.

“¿A qué sabe?” preguntó el maestro.

“Amargo,” escupe el aprendiz.

El maestro rió entre dientes, y entonces le pidió al joven tomar la misma cantidad de sal en la mano y ponerla en el lago. Los dos caminaron en silencio al lago cercano, y una vez que el aprendiz lanzó al agua su manotada de sal, el viejo dijo, “Ahora bebe del lago.”

En cuanto el agua se escurría por la quijada del joven, el maestro le preguntó, “¿A qué sabe?”

“Fresca,” comentó el aprendiz.

“¿Te supo a sal?”, preguntó el maestro.

“No,” dijo el joven.

En esto el maestro se sentó al lado de este joven serio quien le recordaba de sí mismo y le tomó sus manos, diciendo: “El dolor de la vida es pura sal; ni más, ni menos. La cantidad de dolor en la vida permanece exactamente la misma. Sin embargo, la cantidad de amargura que probamos depende del recipiente en que ponemos la pena. Así que cuando estás con dolor, la única cosa que puedes hacer es agrandar tu sentido de las cosas. Deja de ser un vaso. Conviértete en un lago.”