viernes, 13 de diciembre de 2013

DESEO DE REGRESO AL ÚTERO



La vida es una llama que nunca deja de consumirse pero que reaviva cada vez que nace un niño.

George Bernard Shaw

Si el mundo exterior es demasiado duro y exigente; si las cosas no son fáciles, ni no nos dan lo que deseamos de forma rápida o inmediatamente, si las personas que encontramos no se se rinden ante nuestra " majestad" como hacían nuestros padres; si para conseguir lo que queremos debemos invertir mucho esfuerzo y energía y -a veces aun así- no lo conseguimos; si sufrimos porque nos dañan o porque nos ignoran o porque perdemos....quizás optemos por volver al útero.

El regreso a la zona de seguridad, a la zona de comodidad, a la zona donde reina la facilidad, donde se anticipan o coman nuestros deseos; donde no es preciso arriesgar nada, donde no se nos pide nada, donde sólo somos servidores y siempre aceptamos -por impresentables que seamos, por egoístas que seamos, por insolidarios que seamos-.Volver a casa a no salir ya de ella. ¿Para qué aventurarse? ¿Para qué vivir?

En la actualidad muchos hijos  no dejan el hogar de los padres o vuelven a él al menor inconveniente o desengaño. Son seres débiles, sin alas para volar. Por miedo a sufrir y a esforzarse prefieren "vegetar" en una zona segura o cómoda que no favorece su crecimiento, antes que arriesgarse a salir a la zona de incertidumbre y riesgo que comporta vivir plenamente.

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