martes, 12 de noviembre de 2013

EL RESPETO AL "TEMPO" DE CRECIMIENTO.



No se puede apresurar una vida. No se puede resolver según un plan, como tanta gente quiere

Brian Weiss.

Se cuenta que un hortelano sembró judías, Y se dice que les pidió a sus empleados que atendieran con esmero la huerta. Estos realizaban sus tareas con calma: regaban cuando lo creían preciso, abonaban la y esperaban. A veces orientaban la planta que empezaba a crecer y volvían a esperar. El amo empezó a pensar que sus empleados eran unos holbazanes. Consideraba que las judías crecían con lentitud exasperante.
Un buen día, el hortelano se indignó y no se le ocurrió otra cosa que empezar a tirar de los brotes para hacer que crecieran. Procedió así durante horas, regresando a su hogar extenuado.
-¿Por qué estas tan fatigado, padre? -le pregunto su hijo.
-He estado ayudando a los brotes a crecer -respondió el hortelano.
Al escuchar aquellas palabras, su hijo, conocedor de la impaciencia del padre, temió lo peor. Al amanecer se dirigió a la huerta y, tal y como esperaba, encontró sólo plantas rotas y muertas.

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