miércoles, 15 de febrero de 2012

SEAMOS COMO NIÑOS





La luz es lo único que disipa la oscuridad .Esa es una verdad universal. Pero la oscuridad del alma…¿Qué nos hace ver ,cuando estamos en un momento de desesperación?¿Qué podemos hacer cuando estamos tan perdidos?

Podemos rogar y mendigar por un poco de ayuda o comprensión, ofrecer toda nuestra amistad por una sola palabra amable, sugerir nuestra compañía incondicional a cambio de una sonrisa e incluso perdonar los errores ajenos .Pero no, nada vale.Todos nuestros esfuerzos serán en vano si pretendemos solucionar las cosas a nuestra manera,sin tener en cuenta que nosotros no sabemos la verdadera naturaleza de nuestras vidas y por ello no podemos intentar solucionar problemas que han sido planteados por nuestro poder superior. Este poder rige nuestro universo y nosotros no podemos descubrir las salidas .

Nuestro nivel es tan bajo, que nuestras soluciones serían contraproducentes en todos los sentidos.
Pero entonces ¿Dónde está la luz? Sólo cuando dejamos las riendas y nos quedamos a la espera de la ayuda divina sin dudas de su amor y cuando abrimos las puertas de par en par de nuestra alma, es cuando somos capaces de VER la intensidad de la LUZ.
“Hay que ser como niños” Estar seguros que nuestros padres nos van a ayudar en todo y que no nos tenemos que preocupar por el pan diario.Ser felices sin pensar en mañana.Así pensábamos de niños y así tenemos que seguir,ser adultos nos lo hemos inventado.Sigamos siendo niños en este planeta de adultos,dejemos que ellos se aburran en todas sus “guerras”.Nosotros,hasta que no nos digan lo contrario,debemos seguir jugando a ser felices.

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