viernes, 3 de febrero de 2012

La Ranita Sorda












Un grupo de ranas viajaba por el bosque,

cuando de repente dos de ellas cayeron en un

pozo profundo. Las demás se reunieron

alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo

que era, le dijeron a las caídas que, para efectos

prácticos, debían darse por muertas.

Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del

hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían

que esos esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas atendió a lo que

las demás decían, se dio por vencida y murió.

La otra continuó saltando con tanto esfuerzo

como le era posible. La multitud le gritaba que

era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez

con más fuerza, hasta que finalmente salió del

hoyo. Las otras le preguntaron:

“¿No escuchabas lo que te decíamos?”

La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás

la estaban animando desde el borde a

esforzarse más y más para salir del hueco.

La palabra tiene poder de vida y de muerte.

Una voz de aliento a alguien que se siente

desanimado puede ayudarle a terminar el día,

mientras que una palabra negativa puede

acabar por destruirlo.

Cualquiera puede decir,..

palabras que roben a los demás el espíritu que

les permite seguir la lucha en medio de

tiempos difíciles.

Tengamos cuidado con lo que

decimos, pero sobre todo con lo que

escuchamos.

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