viernes, 20 de diciembre de 2013

SANTA SECRETO, CUENTO NAVIDEÑO



Luigi era un joven a quien le encantaba la época navideña, como a todos sus amigos, le gustaba la comida, las decoraciones, la nieve, pero por sobre todas las cosas, le encantaba recibir regalos.

Todos los años sus amigos y el organizaban el juego “Santa secreto” que consistía en, por 10 días, obsequiar pequeños regalos a quien te tocaba en el sorteo. El último día, todos se reunían, llevando consigo un regalo de mayor valor y trataban de adivinar quien era su Santa Secreto.

Este año, Luigi tenia planeado hacer lo que hacia todos los años: Dar 4 tarjetas navideñas compradas en el supermercado, 5 paletas de caramelo y un prenda de vestir como regalo final. Rápido y simple. Todo esto era básicamente porque no le gustaba romperse la cabeza pensando en regalos que le podrían gustar a la otra persona, lo único que le importaba era lo que el iba a recibir.

El día del sorteo, estaba emocionado, no tanto por saber a quien le daría los obsequios, eso no le importaba, su emoción era por saber que una de las personas que estaban ahí, le daría 10 regalos y se ilusionaba pensando en lo que podrían ser. Así es que, como todos los años, cuando metió la mano en la tómbola y descubrió que le tocaba ser el Santa Secreto de Jimmy, un compañero de su clase, no le dio mucha importancia.

Al día siguiente se despertó emocionado por lo que encontraría en su casillero. Su mente pensaba en mini bicicletas, una caja llena de dulces, dinero en efectivo, el juguete de moda… pero se desilusionó mucho cuando vio en su casillero una tarjeta que solo decía “Feliz Navidad”. Los días siguientes no fueron diferentes, se desilusionó porque de hecho todo lo que recibía era muy similar a lo que él ponía en el casillero de Jimmy.

Cuando llego el día del regalo final, todos estaban reunidos en el salón de clases, todos tenían cara de felicidad por los regalos anteriores, excepto dos personas: Luigi y Jimmy. El primero en adivinar fue Jimmy quien dijo:

- Mi Santa Secreto es Luigi – lo dijo desmotivado y triste, pues los regalos que había recibido eran muy superficiales y para nada pensados en el.

- Si soy yo, que bueno que adivinaste – dijo Luigi – Bueno, me toca adivinar a mí, y en verdad no tengo idea de quien sea mi Santa Secreto, ya que fue el peor de todos los años. Los regalos no me gustaron para nada, fueron simples y aburridos.

Lisa, quien era una chica lista, se levanto de su lugar y le dijo:

- Yo fui tu Santa Secreto de este año Luigi, y el motivo por el cual escogí esos regalos para ti es porque yo recibí lo mismo de ti el año pasado, y me puso muy triste y desilusionada- Lisa sacó un gran regalo de su mochila, y se lo dio – solo quería que aprendieras que tienes que pensar en los demás y no solo en lo que vas a recibir.

Luigi se emocionó mucho porque cuando abrió el regalo resulto que era el juguete que todos los de su clase quería, pero al ver la cara de desilusión de Jimmy, fue hasta el y le dijo:

- Creo que tu te mereces esto, ya que nunca me detuve a pensar en lo que te gustaría recibir

La cara de Jimmy se iluminó de inmediato, y Luigi tuvo una sensación de bienestar que lo puso muy feliz. Fue entonces que descubrió que te sientes mucho mejor cuando regalas algo en vez de recibirlo.

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