viernes, 7 de marzo de 2014

LA TETA O LA LECHE



Jorge no contaba cuentos todas las sesiones, pero por alguna razón tengo muy presente casi todos los relatos que me 
contó en el año y medio que hice terapia con él. Quizás él estaba en lo cierto y esa era la mejor manera de recorrer un 
aprendizaje. 
Me acuerdo aquel día en que le dije que me sentía muy dependiente de él. Le conté cuánto me molestaba y cómo a la vez 
no podía prescindir de lo que recibía de él. La suma de admiración y amor que sentía me parecía que me dejaban muy 
depositado en el hecho terapéutico y demasiado pendiente de la mirada de Jorge. 
Tú tienes hambre de saber 
hambre de crecer 
hambre de conocer 
hambre de volar... 
Puede ser que hoy yo sea la teta 
que da la leche 
que aplaca tu hambre... 
Me parece bárbaro que hoy quieras esta teta. 
Pero no te olvides: 
No es la teta lo que te sirve... 
¡Es la leche! 

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