viernes, 7 de marzo de 2014

ENSEÑAR A VOLAR. PERMITIR EL VUELO



Una barca es útil para cruzar el río, pero, una vez realizada la travesía, no es necesario continuar el camino con la barca a la espalda.
Swami S. Giri

Dice un proverbio chino: " Si amas algo, déjalo ir, si vuelve a ti, entonces es tuyo, pero si no, es que nunca lo fue".

Te pasas la vida tratando de hacerlas volar. Corres con ellas hasta quedar sin aliento. Caen al suelo. Chocan con los tejados. Tú las remiendas, las consuelas, las ajustas, y les enseñas. Observas cómo el viento las mece y les aseguras que un día podrán volar.
Finalmente vuelan. Necesitan más hilo y tú sueltas más y más, y sabes que muy pronto la bella criatura se desprenderá de la cuerda de salvamento que la ata y se elevara por los aires, como se espera que lo haga, libre y sola. Sólo entonces te das cuenta de que has hecho bien tu trabajo.

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