sábado, 1 de febrero de 2014

TODOS SOMOS HIJOS



La existencia puede ser un lugar muy oscuro y uno de los pocos recursos de que disponemos para iluminar las sombras es el afecto.
 Rosa Montero

Todos somos hijos. Esta realidad une a todos los seres humanos. Ser hijo no es fácil pero es algo que no podemos dejar de ser.
Incluso siendo padres, somos hijos.
Cuando somos amados por otra persona, este amor supone un reconocimiento a nuestra existencia. El amor es el material esencial para construirnos más humanos. Como hijos, hemos recibido más o menos afecto y esta pieza va a influir, aunque no a determinar, todo nuestra construcción posterior.
Ser padres, en cambio, es una opción vital que merecer ser cuidadosamente valorada. Conciliar estos dos roles no siempre es fácil. De hecho afirmamos que, si como hijos no hemos resuelto bien la relación con nuestros padres vamos a tener problemas añadidos con nuestros hijos.

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