lunes, 30 de enero de 2012
LEYENDAS DE LA EDAD MEDIA
Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.
En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuro un chivo expiatorio para encubrir al culpable.
El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas posibilidades de escapar al terrible veredicto. La horca!!
El Juez también complotado cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado:
- "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de El tu destino vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente Tu escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino."
Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda CULPABLE y la pobre víctima aun sin conocer los detalles se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria El Juez invitó al hombre a tomar uno de los papeles doblados.
Este respiró profundamente quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente:
- "Pero ¿qué haces? y ahora ¿Como vamos a saber el veredicto?"
- "Es muy sencillo respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué".
Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.
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¿No sería más interesante que se mencionara al autor, o sin en caso de no haberlo, se destacara que es una obra anónima?
ResponderEliminarTIENES TODO LA RAZÓN, LO TENDRÉ ENCUENTA. GRACIAS
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