viernes, 4 de abril de 2014

EL SUEÑO DE EDSON- SUPERACIÓN PERSONAL





.... Sueños improbables se agitaban en la mente del pequeño Edson cuando se echaba en su cama, hecha con cajas de embalaje, en la barraca en que vivía con su familia. Durante un rato antes de dormir, se abstraía de los ruidos del barrio de barracas, del calor y de los mosquitos para cultivar sus ideales: conocer todo el mundo, convertirse en un famoso científico y ... viajar por las estrellas. Esta última idea, que al principio le parecía más una fantasía infantil que una perspectiva de futuro, comenzó a hacerse mas fuerte cuando en una noche de luna llena, el brillo de una estrella se filtró por un agujero del techo de su vivienda y se quedó palpitando en sus ojos.

A partir de ese día, adoptó aquella estrella como su hada madrina y comenzó a contarle mentalmente lo que pasaba en su corazón y todo lo que anhelaba en la vida; e incluso al ser niño se atrevía a desafiarle a su hada madrina: Si eres realmente mi hada madrina, continúa brillando, y si no, apagate para siempre- le decía.
Como no podía ser de otra manera, la estrella seguía brillando. Y él proseguía, con mas confianza sus conversaciones con ella.

Cuando amanecía, el barrio de barracas se despertaba para enfrentarse a un duro día más; las mujeres pasaban con latas de agua en equilibrio sobre la cabeza, los obreros se apresuraban para no llegar tarde a su trabajo, muchos niños comenzaban a jugar y a ensuciarse de barro sus pantalones, sin embargo Edson salía con sus libros para estudiar. Durante años, lloviese o hiciese sol, él pasaba con la cartera en la mano, sus objetivos en la mente y, en su corazón, la seguridad que conseguiría alcanzarlos.

Muchos decían que era un loco, que nadie del barrio de Barracas podría conseguir jamás lo que el quería... Pero la estrella brillaba para él a través de los agujeros de su techo. Ese niño pobre tenía una firme esperanza, y la lejana estrella, cada vez que aparecía en su barraca, le reafirmaba que podía contar con su protección de hada madrina; eso le permitió marcarse metas cada vez más osadas que se fueron concretando poco a poco.

Hoy aquel niño tiene 23 años. Dentro de una semana embarcará para iniciar un período de prácticas de astronomía, a nivel de doctorado, en los principales observatorios del mundo; va a reunirse con un reducido grupo de licenciados seleccionado entre candidatos de decenas de países con la misión de participar en un equipo superespecializado de la NASA.

Esta es la historia de un chico del barrio de barracas de Vigário Geral en Rio de Janeiro.

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