sábado, 19 de octubre de 2013

UNA PREGUNTA QUE HACEMOS AL DESTINO




Puedes darle tu amor, pero no tus ideas,
porque ellos tienen sus propias ideas.
Puedes alojar sus cuerpos, pero no sus almas.
Porque sus almas moran en la casa del mañana, 
y tú no puedes visitarla ni en sueños.

José María Pemán decía: "Un hijo es como una estrella a lo largo del camino, una palabra muy breve que tiene un eco infinito.
Un hijo es una pregunta que le hacemos al destino".
Una pregunta que lanzamos pero no podemos responder nosotros. Los padres solos los arqueros que lanzamos la flecha, pero no somos la flecha ni el destino de la flecha. La misión de la flecha es viajar hasta encontrar su diana y no quedarse en el arco, porque perdería su esencia. Los arqueros deben estar preparados para desprenderse de su flecha. Su misión es lanzarla al infinito, darle fuerza y saber decir: adiós y ¡ Buen Viaje!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario