Todos los días permanecen en el aire que respiramos,
en la boca que alimentamos, en el susurro de las cosas,
en las paredes que nos guarecen.
Todos los días nos acompañan silenciosos,
besando nuestros labios.
Nos preguntamos dónde están, que territorio no pisado
por nuestros pies todavía habitan,
qué calor los abriga en las noches de lluvia,
qué los alimenta, qué los guía.
Nos preguntamos desde dónde nos miran,
en qué sueño podemos reencontrarlos,
en qué caricia podemos sentirlos.
Todo lo que hemos sido nos lo han legado ellos,
todo lo que nos queda por vivir ¿se lo podríamos preguntar?
Esos grandes interrogantes que tanto duelen
¿por qué no nos responden si están ahí?
¿por qué no podemos sentir su dulce caricia?
¿por qué no los vemos?
Cada uno de nosotros camina a ciegas
sin saber a dónde dirigirse o qué sueño pisar.
Ellos son la escalera muda por la ascienden
nuestros presentimientos,
no se despegan de nuestro corazón
callan pero siguen permanentemente
llevando nuestra vida a cuestas.
Esto es precioso Mariluz, te mandé un comentario por aqui de esta entrada pero no te ha llegado, entro a menudo para ver tus cositas interesantes, una forma de sentirte cerca y no perder la alegria de verte y saber que sigues próxima...un beso.
ResponderEliminarME ALEGRO QUE TE GUSTEN MIS COSITAS, GRACIAS PEPE UN BESO.
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