Niño de la calle ojitos de hambre,
de calzado ausente pulmones de hollín,
camisa de cuero cinto de piolín
sin días, sin noches deambulante eterno
Niño de la calle de carita sucia
pelos enredados de manos abiertas,
por una moneda y tachos revueltos,
en su techo estrellas y hogar de silencios,
Niño de la calle pequeño por fuera
y hombre por dentro, como desayuno,
un pucho encendido calienta su aliento
o apretada bolsa que aspira muriendo,
Niño de la calle tan discriminado,
que pena que siento, gorrión desplumado,
lagrimales secos y futuro incierto,
de piel erizada y sueño… sin sueños,
Niño de la calle nacido del viento,
ropita de carne, padres golpeadores,
faltos de trabajo de pobreza enfermos
presos por robar o quizás han muerto,
Niño de la calle… evitan mirarlo
solo indiferencia recibe de aliento,
lo observan por fuera sin verlo por dentro,
no ven su dolor que sigue creciendo,
Niño de la calle cada vez más solo
lo engulle el cemento, mortaja viviente
que sigue creciendo y se multiplica,
¡aún está con vida! y late su cuerpo,
Niño de la calle quisiera ayudarte
pero en mi delirio no se cómo hacerlo,
es como una daga clavada en mí pecho,
te veo tan solo tan triste y enfermo,
Niño de la calle… que pena que siento,
saberte abusado por unas monedas,
pidiendo limosna para un alimento,
Te han abandonado, ¡que triste me siento!-
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