¡Confieso...!
que tengo mucho por aprender;
que mis tropiezos son tantos;
que levantarme me cuesta demasiado...
¡Confieso...!
que muchas veces soy egoísta,
que en ocasiones mi pereza es mayor;
que la vanidad se apodera de mi cuerpo...
¡Confieso...!
que pierdo la paciencia muy fácilmente;
que mis defectos son grandes y muchos;
que me lamento por cosas insignificantes...
¡Confieso...!
que hay veces que no deseo hablar,
que todo me molesta, que quisiera gritar;
que prefiero la soledad y rechazo lo que me rodea ...
¡Confieso...!
que perdonar me cuesta trabajo;
que me quejo por lo que carezco;
que la vida me parece injusta a veces...
¡Confieso...!
que es poco el tiempo que dedico a orar;
que exijo explicaciones por todo;
que escapo de lo que representa sacrificios...
¡Confieso...!
que no soy perfect@, sino débil;
que mi orgullo no me deja ceder;
que miro los defectos ajenos...
¡Confieso...!
que soy simplemente un ser humano;
que día a día lucho por salir adelante;
que intento vencer las graves tentaciones...
¡Confieso...!
querer cambiar mis defectos por virtudes,
intentando ser una mejor persona cada día;
evitando caer en las duras pruebas de la vida...
¡Confieso...!
que tengo nuevas resoluciones y esperanzas;
que sé que debo dejar el pesimismo
y unirme a todos en un mismo corazón y latir...
¡Confieso...!
que a pesar de todo amo a la gente,
que tengo fe en la humanidad,
y que mi mayor amor es Dios...
¡Confieso...!
que no le temo a la muerte;
que tengo que prepararme
y que me aterra pensar en no llegar...
¡Confieso...!
que me he dado cuenta
que soy nada sin Dios
y que mi vida no es la misma sin EL...
¡Confieso...!
que me arrepiento de mis faltas
y que si tuviera la oportunidad,
las enmendaría de inmediato...
¡Confieso...!
que es tanto lo que queda por decir
y ésta no ha sido una gran confesión,
pero que a pesar de todo,
¡ha salido del corazón...!
Confieso...
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